Cualquier persona es vulnerable… Vigila!!¡¡

Una de las mayores preocupaciones que Jesús tenía era enseñar a sus discípulos a siempre vigilar. Enseñándonos a orar, dijo: Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno. (Mt. 6:13).

En otra ocasión reprendiéndolos, dijo: Luego volvió a sus discípulos y los encontró dormidos. «Simón- le dijo a Pedro-, ¿estás dormido? ¿No pudiste mantenerte despierto ni una hora? (Mr. 14:37).

En la Parábola de las diez vírgenes, dijo: Por tanto- agregó Jesús-, manténganse despiertos porque no saben ni el día ni la hora. (Mt. 25:13)

Él los estaba enseñando pues conocía las cosas que debían enfrentar, y al mismo tiempo, dejando esta enseñanza para que sepamos

                                                               las situaciones actuales que también enfrentaremos.   He visto grandes hombres y mujeres de Dios que sirvieron en el atrio y otros en el altar, que fueron muy usados por Él, y con el pasar del tiempo, fui sorprendido con la triste y pésima noticia de que cayeron en tentación, salieron de la iglesia, otros dejaron que su corazón fuese lleno de malicia, orgullo, rencor, entre otros, para finalmente ser un apóstata de la fe.

No escribo esto para criticar o juzgar a aquellos que ya cayeron o desistieron, pues como está escrito: Por lo tanto, si alguien piensa que está firme, tenga cuidado de no caer. (1Cor 10:12). Sabias palabras que nos alertan que cualquier persona es vulnerable. Por esta razón, debemos siempre, ante todo, VIGILAR.

¿De qué manera podemos vigilar? Vigilar nuestros pensamientos, filtrando lo que llega a nuestras mentes. Ser cautelosos a la hora de elegir las personas que están a nuestro alrededor. Ser prudente al hablar. Discernir muy bien lo que oímos de otras personas, aprovechando lo bueno y desechando lo malo, pues cada palabra dicha es una semilla lanzada en una tierra fértil llamada: corazón.

Una vez escuche del Obispo Macedo, que cuando estamos con las personas, debemos vigilar lo que se habla, pero cuando estamos solos, debemos vigilar lo que se piensa.

Que Dios los bendiga