Jesús pagó el precio de nuestra Salvación - Obispo Agnaldo Silva

  Jesús pagó el precio de nuestra Salvación

Un padre tenía dos hijos, el más joven salió de su casa y comenzó a delinquir. El hijo mayor se quedó en la casa, tratando de alegrar a su padre, pero el padre sufría por el hijo que se había ido de su lado.

En ese país donde vivía esta familia, había una ley, pues cualquiera que cometiera un crimen o hiciera algo malo, sería condenado a muerte. Un día el hijo que estaba fuera de la casa teniendo una vida irregular fue capturado y llevado a la plaza pública para ser ejecutado; su hermano mayor que estaba siempre con su padre en la casa, vio que su hermano iba a ser ejecutado en cumplimiento a la ley, pero antes al condenado le hacían dos preguntas, en esta ocasión le preguntaron por sus dos últimos deseos. La primera cosa que él dijo fue: “yo quiero que mi padre sepa que estoy profundamente arrepentido de haber salido de la casa y de haber estado en el vandalismo”. La segunda cosa que él pidió aparte de informarle a su padre que estaba arrepentido, era que “si había alguien en la plaza que quisiera sustituirlo y ser ejecutado en su lugar”, entonces su hermano mayor aun siendo inocente se entregó para sustituirlo y murió en su lugar solo para alegrar a su padre, para que su hermano menor sano y salvo pudiese volver a su casa.

En esta historia el hijo mayor es el Señor Jesús, Él quiere que nosotros también alegremos al Padre y quiere que seamos como, Él sin pecado, Él pagó el precio de nuestra salvación y somos libres del infierno porque Jesús quiso reemplazarnos y murió en nuestro lugar.
“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.” (1 Timoteo 2:5-6)
¿Quién es el único que está entre Dios y nosotros? El Señor Jesucristo.

Todo lo que teníamos que pagar por causa de los pecados que hemos cometido, por lo malvados que somos, Jesús lo pagó por nosotros, aunque nosotros veamos diferentes tamaños de pecados, para Dios todos los pecados son iguales. La biblia dice que todos pecamos y que estamos ausentes, alejados y separados de la gloria de Dios. El Señor Jesús vino y pagó lo que usted y yo teníamos que pagar por nuestros pecados, Él tomó nuestro lugar en la cruz muriendo por usted y por mí y con su sangre nos compró para Dios, para que volvamos a tener comunión con el Padre. Cuando nosotros comemos el pan y bebemos el vino, estamos recordando lo que Jesús hizo por nosotros y ahora el Señor Jesús quiere que nosotros agrademos y alegremos al Padre viviendo como Él siempre ha vivido, sumiso al Padre en todo, aun en el jardín de la agonía. Jesús dijo: Padre mi querer era otro, pero que no se haga lo que yo quiero, que se haga siempre lo que tú quieres. ¿Será que si Jesús murió por nosotros, se acabó todo para Él? No, al tercer día Él resucitó y aunque no pueda ser visto su Espíritu está presente, reina hoy y reinará para siempre.

Obispo Agnaldo Silva 
 

 Obispo Agnaldo Silva
Responsable del 
País de Colombia

1 comentario :

  1. El Señor Jesús pago el precio para por nuestra salvación, y no debemos olvidar eso, también tenemos que pagar el precio dejando lo errado para tener una vida que agrade a Dios.

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