Bispo Paulo Roberto - La indignación de Gedeón


La fe junto con la indignación de la persona transforma una situación. Un ejemplo de ello fue Gedeón, él era un hombre que vivía en una mala época en Israel. La situación tanto para Gedeón como para el pueblo era crítica: “Y la mano de Madián prevaleció contra Israel. Y los hijos de Israel, por causa de los madianitas, se hicieron cuevas en los montes, y cavernas, y lugares fortificados. Pues sucedía que cuando Israel había sembrado, subían los madianitas y amalecitas y los hijos del oriente contra ellos; subían y los atacaban. Y acampando contra ellos destruían los frutos de la tierra, hasta llegar a Gaza; y no dejaban qué comer en Israel, ni ovejas, ni bueyes, ni asnos”. Jueces 6:2-4. El pueblo de Israel en lugar de enfrentar la situación, ellos se escondían porque tenían miedo. Actualmente no es diferente, muchas personas no conquistan por el hecho de que ellas tienen miedo de enfrentar las adversidades o los problemas.

Dios sabía de los problemas que el pueblo de Israel estaba viviendo, como de igual manera Él sabe de los problemas que nosotros vivimos, pero para que Él pueda actuar en nuestra vida, primero nosotros tenemos que vencer el miedo, tenemos que dejar de mirar para las circunstancias como si fueran algo imposible de resolver o una cruz que se tiene que cargar. Para que nosotros podamos vencer tenemos que indignarnos en contra de la situaciones adversas que estemos viviendo. Solamente los indignados son los que pueden cambiar de vida.

El pueblo de Israel vivió escondido en las cuevas por 7 años y no acontecía nada, porque no había alguien que se indignara en contra de la situación, que tomara una actitud de fe para enfrentar los problemas que el pueblo estaba viviendo. Pero entre el pueblo estaba Gedeón y Dios miró que era un hombre valiente e indignado: “Y el ángel del Señor se le apareció, y le dijo: El Señor está contigo, varón esforzado y valiente”. Jueces 6:12. Gedeón no estaba conforme con la situación y esto llamó la atención de Dios. En la actualidad no es diferente, Dios está buscando a personas que vivían indignadas con su situación para que Él pueda manifestar de Su poder.

Gedeón estaba indignado con la situación y él lo manifestó: “Ah, señor mío, si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó el Señor de Egipto? Y ahora el Señor nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas. Y mirándole el Señor, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo?”. Jueces 6:13-14.

La fuerza de Gedeón se encontraba en su indignación, en su fe viva y verdadera. Por causa de esto, Dios pudo usarlo para vencer a los madianitas. Gedeón consiguió reunir 32,000 hombres, pero Dios le dijo: “El pueblo que está contigo es mucho para que yo entregue a los madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado. Ahora, pues, haz pregonar en oídos del pueblo, diciendo: Quien tema y se estremezca, madrugue y devuélvase desde el monte de Galaad. Y se devolvieron de los del pueblo veintidós mil, y quedaron diez mil”. Jueces 7:2-3. Los madianitas eran 135,000 hombres, los cuales estaban muy bien armados, el número que tenía Gedeón no se comparaba a los de los madianitas. Dios solo quería un número reducido, que serían los que realmente estaban indignados: “El Señor dijo a Gedeón: Aún es mucho el pueblo; llévalos a las aguas, y allí te los probaré. Entonces llevó el pueblo a las aguas; y El Señor dijo a Gedeón: cualquiera que lamiere las aguas con su lengua como lame el perro, a aquél pondrás aparte; asimismo a cualquiera que se doblare sobre sus rodillas para beber… con estos trescientos hombres que lamieron el agua os salvaré, y entregaré a los madianitas en tus manos; y váyase toda la demás gente cada uno a su lugar.”. Jueces 7:4-7.

Gedeón no cuestionó a Dios, cada hombre del pueblo de Israel tenía que pelear con 450 madianitas. Por lo tanto la oportunidad de que Gedeón pudiera obtener la victoria era nula. Pero era así que Dios quería y con apenas 300 hombres Dios le dio la victoria a Gedeón sobre los madianitas. Si usted se encuentra pasando por poblemas que ante sus ojos parecen difíciles de resolver y esto le ha llenado de indignación, así como un día lo estuvo Gedeón, entonces usted va a estar dispuesto a manifestar su fe, sin mirar para las circunstancias, los problemas, las adversidades, etc. Es por lo consecutivo que esto le va a llevar a ver la victoria y la transformación en su vida. Dios los bendiga.

Obispo Paulo Roberto

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