EL SIERVO VENCEDOR


¿Cómo se puede medir la victoria de un siervo? Ser un siervo vencedor en el Reino de Dios significa ser un siervo perdedor en el reino del diablo. El apóstol Pablo, dijo: “…hemos venido a ser hasta ahora como la escoria del mundo, el desecho de todos”. (1 Corintios 4.11-13)
Cuando un siervo busca ventajas personales es porque está altamente comprometido con el mundo. La verdad, si sirve bien al Señor, no precisa preocuparse o ponerse ansioso por conseguir el bienestar material, pues el propio Señor le satisfará todos los deseos de su corazón.
La Iglesia de Esmirna es caracterizada en el Apocalipsis por la tribulación, por la pobreza, el sufrimiento y por las pruebas que algunos miembros pasaron al ser lanzados en la prisión durante diez días. Con excepción de la Iglesia de Filadelfia, todas las demás tenían buenas obras, perseverancia, soportando pruebas por causa del nombre del Señor Jesús; tenían amor, fe, servicios, eran ricas, en fin, aparentemente estaban bien, sin embargo, fueron censuradas y corrían riesgo de ser derrotadas y de perder la vida eterna. “Yo conozco tus obras, y tu tribulación y tu pobreza (pero tú eres rico)”. (Apocalipsis 2.9)
Ahora, ¿qué es lo más importante para el siervo? ¿ Su posición de liderazgo, su mejor condición de vida, la autoridad concedida por el Señor o su condición económica? Lo más importante para el siervo no es nada de eso, sino mantener la comunión íntima con el Señor, pues en Él está su corazón, pues en Él está su riqueza y gloria y, sobre todo, su victoria. El siervo que está distante del Señor no puede conocer su voluntad. Esmirna era pobre y atribulada, pero por cuanto era rica de la presencia de Dios y mantenía vivo su primer amor, exactamente por eso, pasaba por tanto sufrimiento.
Cuando estamos próximos a la cruz, somos afligidos, y cuanto más cerca de ella, más persecuciones, injusticias y pruebas. Ése era el secreto de Esmirna, y su corazón estaba continuamente humillado a los pies del Señor a causa de las tribulaciones. “Sé fiel hasta la muerte, y Yo te daré la corona de la vida”. (Apocalipsis 2.10)
Esmirna es como María, que eligió la buena parte. El siervo vencedor es aquél que soporta todo y guarda su fe viva hasta el encuentro final con el Señor Jesucristo, cuando correrá para el abrazo eterno en el encuentro con el Novio, en la Gran Fiesta, en las Bodas del Cordero de Dios. ¡Amén y Aleluya!

0 comentarios :

Mucho mas que un Blog. Somos: Ayuda Universal.
Una Mano amiga para Usted que esta Precisando un Auxilio de Dios

Seguidores